Lo peor de todo es que cada día que pasa se sienten más y más dueños del lugar. Ya estan pensando en hacer fiestas, cenas, salas de juegos...y almuerzos!! Si, hoy mismo invitaron a la mantis religiosa para que haga un almuerzo especial con todos los insectos presentes.
Ahora...me pregunto que es lo que atrae a tantos insectos al Colón. No es la música, no...si casi no oyen. Debe ser por esa cualidad innata del insecto de ir donde hay luces, de acercarse a los faros, a las cámaras, y quedarse pegados, pegaditos, hasta que se queman. Si, por lo general tienen tanta obsesión por las cámaras que después de un tiempo terminan quemados. Pero no creas que me convence mucho esta explicación. No tengo claro si los insectos buscan a las cámaras o las cámaras a los insectos.
Pero no importa. Lo que si me importa y necesito, casi te diría que compulsivamente, es que recuperemos al Teatro. A nuestro Teatro. Pero...¿que hacemos con los insectos? Es muy fácil. Como seguramente sabrás, o te podrás imaginar, yo no soy un hacendado sojero por lo que no me entusiasma mucho la idea de fumigar. Bueno...si me insistís...Pero no, no. De ninguna manera. En esa zona vive mucha gente, pasa mucha gente caminando y en distintos medios de transporte y todos ellos no tienen nada que ver.
Hay algo mucho más sencillo y menos tóxico. ¿Qué es lo que hacen la mayor parte de los insectos cuando ven que se acerca gente con cierta decisión de sacarlos de ahí? Muy fácil: corren, huyen, rajan como cucarachas. Hagamos eso. Entremos al Colón. Es nuestro. No dejemos que los insectos tengan cría y se establezcan definitivamente. No. Los grandes y queridos maestros de la música compusieron para gente. Para que los oigamos, nos emocionemos, reflexionemos y nos comuniquemos a través de la música. Para que nos divirtamos. Para sacarnos una sonrisa, una lágrima. O para miles de cosas más que ni me imagino. Pero si de algo estoy seguro es que no compusieron para insectos que buscan el brillo de las luces y de las cámaras.
Saquémoslos de ahí. Perdoná que insista: pero el Colón es nuestro.