viernes, 4 de febrero de 2011

De vuelta

Unos pocos días son suficientes para despejarme y volver a sentir cierto movimiento neuronal, cosa que últimamente ya ni me acordaba de como era. Para eso es necesario algo tan simple como un pequeño viaje, las sierras puntanas en este caso, en la Provincia de San Luis, y una dieta estricta que impida todo acercamiento a mails, redes sociales, diarios, noticias y cualquier otro elemento que me conecte, que me traiga al mundo cotidiano. En cuanto me escucho preguntando "¿que día es hoy?" sonrio con placer. La dieta está haciendo efecto.

Y después, a la hora de volver, todo sigue mas o menos en su lugar. Una placentera forma de comprobar, una vez más, que no somos imprescindibles. El mundo sigue su curso. O mejor dicho, los mundos.