martes, 5 de mayo de 2009

Helmut Lachenmann

Todo lo que el compositor hace, hasta el esfuerzo más intelectual, es en última instancia intuitivo. No me gusta hablar de este aspecto de la composición. Lo que creo es que, hasta el punto en que mi especulación intelectual pueda ser la dueña de dominios de la composición comprensibles racionalmente - por ejemplo categorias particulares de sonido y las jerarquías asociadas a ellos y como cada obra necesita sus propias e irremplazables categorías - hasta en ese punto, la intuición finalmente surge y se vuelve una fuente de autoridad intelectual. La intuición puede y debe trazar una línea entre la contribución racional, comenzando cada vez desde el principio, por más indispensable que esa contribución pueda ser. La intuición es indispensable - compadezco al compositor que solamente se basa en su propia razón (...) Citándome: 'Un compositor que sabe exactamente que es lo que quiere, quiere sólo lo que sabe - y eso es de una manera u otra, muy poco.' De todas formas: la intuición no es un sustituto del pensamiento composicional, constructivo. Y tampoco es lo mismo que 'instinto'. Este último, que en última instancia controla todo desde el inconsciente, no provoca debate. El compositor o compositora que no conozca ni siga su instinto está, desde mi punto de vista, perdido.

Composer in Interview: Helmut Lachenmann. Entrevista de David Ryan